AVISO: Soy una
persona fiestera, no me gusta estudiar, no se me dan bien las lenguas y esto es
un texto bastante extenso de lo que ha sido mi paso por el IES Llombai. Va por
etapas, puedes ir saltándotelas según te interese pero lo único es que algunas
paridas no las pillarás.
Mi nombre es
Dragos Pop, y soy otra de las leyendas del “IES LLOMBAI”. Os preguntaréis: ¿Por
qué “leyendas”? Todo tiene su explicación. Empezaremos por el principio.
Mi
historia en el IES LLOMBAI empieza como la de muchos de los que han sido mis
compañeros a lo largo de estos años de mi vida, con los que he compartido
momentos de felicidad, otros de no tanta alegría y con los que he repetido
segundo de bachillerato, exceptuando a dos personas.
Bien, ahora
que ya estamos situados empezaremos con una pregunta: ¿Cómo es posible que toda
tu pandilla haya repetido menos dos personas? Pues muy fácil, íbamos con la
mentalidad de que nos regalaban las cosas y hasta segundo que nos dieron el
batacazo no nos dimos cuenta. ¿Lo peor de esto? Que nos avisaron. Rosana nos lo
dijo a principio de curso: “Aquí no os van a regalar nada, tenéis que
currároslo.” o algo por el estilo, pero esa es la idea que venía a decir, idea
que hasta la segunda vez que hice segundo de bachillerato no me/nos entró en la
cabeza.
ESO:
Mis
experiencias académicas en la ESO fueron más bien catastróficas, yo nunca he
sido una persona que le guste estudiar, era muy hiperactivo y en vez de estar
sentado diez minutos delante de un libro prefería dar veinte vueltas a un campo
de fútbol, por lo que mis notas no eran muy elevadas, seamos sinceros, no
pasaba del 6, quitando de las asignaturas que me gustaban (Tecnología,
Matemáticas e Informática) pero con el esfuerzo de los profesores y su
constancia, conseguí centrarme un poco por el buen camino y con ello a darle
más importancia a los estudios para llegar así, con sus más y sus menos a
Bachillerato.
Bachillerato:
El
primer año de Bachillerato fue caótico, todavía recuerdo aquellos primeros días
cuando Aureli echó a la leyenda de Ángel de clase con su mítica frase de: “A
pasturar”. Era la segunda semana de Química que teníamos, veníamos recién de
las vacaciones y de las peñas, con nuestra mentalidad de fiesteros, y empezamos
a hablar de cosas, de las vacaciones, de la fiesta que nos pegamos el día de
antes, de todo con tal de no atender, éramos esas personas que dices: “Qué
pesados, pero se hacen de querer.”
Estábamos sentados el trío
dinámico, las leyendas del llombai, Jaume, Angel, y Dragos. Llevábamos ya un
buen rato hablando cuando de repente, se ecucha al mítico Aureli dirigiéndose a
Ángel con la frase: “A vore, tú, a pasturar, fora de clase.” Y fue cuando Ángel
contestó: “Pero si no he hablado, son ellos que no callan.” Y la réplica mítica
que te hace un Heat Shot de Aureli fue: “No em contes la teua vida, A PASTURAR.”
Morí de risa. Desde ese día me di cuenta que estos años iban a ser muy
divertidos, que me lo iba a pasar bien, pero no pensaba en que serían los que
más tendría que trabajar ni mucho menos, como ya os he comentado antes que mi
mentalidad era de irme de fiesta, no de estudiar, qué diantres, somos jóvenes
para tantos libros… Pero no es así. Hay tiempo para todo.
Las
clases de física y química eran increíbles, aprendíamos a trabajar en equipo a
la vez que aprendíamos una asignatura que para mi siempre ha sido de las más
difíciles: La Química. Las clases de
filosofía eran de un pasotismo total, llegaba el día del examen y el día de
antes le echaba una ojeada a los apuntes y me convertía en politeísta con tal
de aprobar. Las lenguas nunca han sido lo mío, pero en primero tuve la suerte
de tener a una gran profesora que nos obligaba a hablar valenciano en sus
clases y que a principio de curso le dijo a Jaume: “ùnicament tens tres
preguntes per classe, aprofita-les.” Lo mejor es que lo decía enserio, se las
contaba. La otra asignatura, castellano, lo mismo, no podía con ella, la
literatura se me atragantaba, pensaba: “Para qué diantres quiero yo saber quién
escribió Luces de Bohemia, o qué es la generación del 98, o las rimas ABBA… si
el día de mañana no voy a trabajar de ello, no me darán un plan y me dirán:
Analízame el tipo de rimas del que se compone y dime si es un verso alejandrino…”
Pero la profesora puso mucho empeño en mi, en que aprobáramos, en nosotros,
porque a “las leyendas del llombai”, manda narices, no se les daba bien las lenguas.
Por las demás asignaturas, como he comentado antes, las que me gustaban,
siempre he tenido afán por estudiarlas y era un placer.
Después
de un año de risas, de estudiar el día de antes, de tener la mentalidad de irse
de fiesta y de no pensar en el día de mañana, llegamos a fin de curso y me
llevé dos asignaturas en la mochila para verano. Matemáticas y Literatura
castellana, y claro, después de no haber tocado un libro en todo el verano
(sabemos que NADIE toca un libro en verano) y a dos días del examen, tocó
estudiárselo todo en nada, por lo que opté dejar las matemáticas como
asignatura politeísta (quién me iba a decir a mi que las matemáticos y los
dioses no se llevan demasiado bien…) y la literatura empollármela de memoria.
Llegué a septiembre, el examen de literatura, genial, guay, estupendo, las
horas de estudio habían merecido la pena, un 5, pero ya en matemáticas, caos,
un 4. Empezaba con el pie izquierdo Segundo de Bachillerato, ya tenía una
asignatura que aprobar y ni siquiera me había matriculado.
Segundo de
Bachillerato – Primera Parte
El
principio de año de Segundo de Bachillerato fue, hablando en plata, acojonante.
La directora nos dio un discurso sobre la constancia, que hay que ir día a día,
que no se puede dejar para el final, que esto ya no es la ESO, que a final de
curso muchos quedaremos atrás y nos arrepentiremos. Y mientras la directora
decía eso, yo estaba venga a tirar papelitos y venga a la risa, venga a
contarnos el verano y venga a contarnos las peñas, que si mañana nos vamos a
pinchar como DJ’S a un cumpleaños, que si esa tía está tremenda, que si es el
mismo discurso de todos los años…
Por fin
empezamos las clases: Primer día y ya empezamos con las llamas de atención, “fondo
sur” nos llamaban, después de varías llamadas de atención, Rosana, profesora de
lengua castellana, nos dió un discurso, el mencionado al principio de texto que
venía a decir que aquí nada nos lo daban regalado, que teníamos que ir a toda
mecha, no había tiempo para retrasos y que si no estábamos al ritmo que nos quedaríamos
atrás, que no se iba a parar por nadie porque había una meta por delante: Dar
todo el temario para llegar a Selectivo. Y aquí empieza toda la trama de
Segundo. Selectivo. Todo se basa en dar un temario muy extenso en un tiempo muy
reducido para llegar a una misma meta y claro, yo iba con mi mentalidad de: “En
primero de ESO me avisaron de que me meterían caña, lo he aprobado sin hacer
nada. En 3ro de ESO me avisaron de que el cambio era brutal, que teníamos que
estudiar mucho y que muchos caían ahí, lo aprobé jugando al billar (nótese la
metáfora). Que primero de bachiller era diferente, era difícil, era otro nivel.
Pasé de curso tocando el libro dos días antes, eso sí, con una asignatura
detrás.” Y con esto me dije a mi mismo, bleh, llevan diciéndome lo mismo 5
años, tampoco será tan difícil… pero me equivoqué.
Empezaron los exámenes, todos de
golpe, lo dejé para el último día y claro, todos al hoyo. Bueno, todos al hoyo
no tenía muchos 5 y 6’s y algún que otro 8,9 y 10 que se sentían completamente
intimidados. Las lenguas, claramente, suspendidas. Las matemáticas, también. Así
fueron pasando los días y como poco a poco me iba dando cuenta de que los
profesores buscaban ayudarnos. En todas las asignaturas me dieron la
posibilidad de echarme una mano, hay veces que me quedaba con el profesor para
que me explicase cosas que no entendía, pero nada podía hacer si lo que no
cambiaba era mi forma de estudiar. La mentalidad ya iba cambiándola, me daba
cuenta de que así iba mal y me puse a estudiar enserio. Aprobé la asignatura de
matemáticas de primero de la cual el examen de recuperación caían justo a
principios del mes de exámenes de segundo, una vez me libré de esa, me puse las
pilas para segundo, pero ya era demasiado tarde. Exámenes finales, 6 meses que
tenía que recuperar, caos, desorden y me fui al hoyo. Suspendí, y no lo digo
con orgullo, no. Me avergüenzo de ello. Pero lo digo para que los que hayáis
conseguido llegar hasta aquí NO HAGÁIS LOS MISMOS ERRORES QUE YO. Pensé que me quedaba Julio, que no pasaba
nada, total, no tenía aún muy claro que quería hacer y la nota de mis opciones
era baja, por lo que no me importaba entrar en Julio, pero llegué a Julio y
nada. Como llegué me fui. Pero eso sí, en ningún momento le eché la culpa al
profesor, la culpa ha sido mía y solo mía por no querer coger la ayuda que me
estaban ofreciendo, por no estudiar lo que tocaba y cuando tocaba.
Segundo de
Bachiller – Segunda Parte
Y con
todo esto doy paso a mi segundo año de Bachillerato, con la mentalidad cambiada,
centrado, asustado por haberme asomado al precipicio y ver lo que se acercaba.
Pero este año sería diferente, tenía una ventaja respecto a mis compañeros y a
la vez una desventaja, no tenía que hacer exámenes de todas las asignaturas,
sólo de las Lenguas y de Matemáticas. De hecho no tenía ni porqué asistir a las
otras asignaturas, pero aun así lo hacía. No fallé a ninguna. ¿Por qué? Me
esperaba selectivo por delante y sabía qué se me acercaba, qué me venía por
delante. Pasé por esa etapa una vez a ciegas y no pensaba volver a hacerlo.
Estudié día a día (más bien 5 días antes del examen, en función del temario que
tenía que estudiar y de las horas que me hacían falta para cada asignatura) me
organicé el tiempo bien, salí de fiesta, pinché con nuestro grupo en varios locales
y con esto quiero decir que estaba trabajando en el mundillo de la noche, también
salí con mis amigos y aun así saqué buenas notas. Una de las razones era que
preguntaba en clase lo que no entendía y si aún así seguía sin entenderlo
buscaba a profesores de años anteriores para ver si era posible que me lo
explicasen de otra forma para que lo viese mejor (Estoy tremendamente
agradecido a todos y cada uno de los profesores que he tenido a lo largo de
estos años, en especial en Bachillerato, por darme esa ayuda extra aun no
estando obligados a hacerlo, por cogerme de la mano cuando me estaba cayendo)
para finalmente conseguir llegar a mi meta. Aprobar Segundo, y además, con una
nota decente.
Selectividad:
Pero el problema que me surgió
después es que esto era solo el principio. Me esperaban 3 semanas por delante y
empezaba selectivo y ahí ya no sabía qué hacer, así que decidí hacer lo que
todos hacemos cuando estamos en apuros con los exámenes: Una lista de días y de
asignaturas que estudiar por cada día, aunque todos sabemos que acabamos
saltándonosla, no fue mi caso. Me dejaba horas libres porque sabía que me podía
extender estudiando, que me surgiera algún imprevisto, que tuviese clases en el
instituto, por cualquier cosa, y tengo que admitir que acabé llenándolas todas.
Me organicé de tal manera que cada día estudiase 1h y 30min de cada asignatura
para poder llegar a con tiempo a selectividad. Hice mis locuras, como que a una
semana de selectividad decidir no hacer Dibujo Técnico y hacer Matemáticas
Aplicadas a las ciencias sociales (Amor casi me mata por esto, me dijo que esto
lo tendría que haber hecho con un poco más de cabeza, con antelación, pero que
aún así me echó todas las manos que tenía y más para ayudarme con la
asignatura, porque es una asignatura que en ciencias no se cursa.)
Después de esas semanas duras, os
lo prometo, DURAS, han sido las más odiosas de mi vida, conseguí llegar justo a
tiempo con la teoría para empezar selectivo, de hecho acabé el día antes de
selectivo una hora antes de lo que tenía pensado, por lo que me dí una ducha,
cené y me puse a dormir para el gran día.
Los tres día de selectividad. Os
voy a confesar un secreto: Selectividad no es difícil. No, enserio, no es
difícil. ¿Por qué digo esto? Muy fácil: porque estás acojonado con
selectividad, porque te han metido caña en bachillerato y un nivel increíble
para que puedas dar lo mejor de ti en esta prueba y llegas ahí con todo
aprendido, con los deberes echos y sacas 12’s. Eso sí, si no estudias no vas a
aprobar. No es difícil pero tampoco nadie hace milagros aquí…
Volviendo a la historia, llegamos
el primer día a selectividad, como ovejas al matadero, van llamándonos uno por
uno, teneños que enseñar el DNI y entramos en el aula. Los exámenes son estilo
los que haces en clase, aquí cada uno tiene que darse cuenta, después de la
cantidad de exámenes que ha hecho, de lo que se lo ha preparado, de qué cosas
le dan tiempo de hacer y qué cosas no. Yo, por ejemplo, durante la semana de
estudio, hice exámenes tipo PAU para ver cuanto tardaba y en castellano en
todos me faltaba tiempo para hacer una pregunta, como ami el análisis y la
morfología nunca se me ha dado bien, decidí estudiarme todos los autores y
dejarme esa pregunta. Por lo que mi máxima nota era un 8, pero no pasaba nada,
no podía dar más de mi. Llegué al examen de castellano, hice todo según lo
ensayado en casa y tuve el tiempo exacto para acabar el examen sin la pregunta
de lingüística. Esto es lo malo de selectividad, el tiempo, tenéis que tenerlo
siempre bajo control.
Los siguientes dos días no fueron
tan difíciles, aunque recuerdo el último día cuando Amor vino a la universidad
y nos pusimos en la cafetería de la facultad de ciencias sociales a que nos
diera un repaso de última hora de las Matemáticas de Ciencias Sociales que no
habíamos cursado y que íbamos a hacer un examen. Tengo que decir que este
examen fue para recordar. Más que nada porque al hacer la opción A me daban
unos puntos desplazados, que después me dijeron que estaba bien, que a todos
les daba así, pero que como no acababa de fiarme yo demasiado y me la había
cogido en la general, decidí rápidamente cambiar de opción a la B, aún habiendo
pasado media hora de examen ya. Taché todo lo que tenía hecho en la opción A
(lo tenía todo) para hacer la B rápidamente porque no podía fallar en este
examen, no podía fallarme a mi, no podía fallar a la profesora que tanto empeño
había puesto en nosotros. La acabé justo a tiempo de recoger los exámenes.
Después de acabar selectivo y que
nos dieran las notas, ya tenía claro en lo que quería entrar, Ingenería
Eléctrica, estaba en un 8,75 años anteriores pero gracias al esfuerzo que puse
la segunda vez que hice segundo y por haber estudiado tanto para selectividad,
mi nota era de un 9,81, suficiente para entrar en todas las carreras que yo
quería, por lo que hice la matrícula y entré el número 17. Hasta aquí solo hay
una cosa de la que me arrepiento: Una es no haber estudiado más en 1ro de
Bachillerato para que la nota me diese para entrar en aeronáutica, porque yo sé
que podía haberlo conseguido. Y dirás: ¿No es por haber repetido segundo? Pues
la verdad es que no, he conocido gente maravillosa, con los profesores me
sentía como en casa y he hecho amistades con algunos que espero mantener para
muchos años, ya que son personas que siempre te pueden echar una mano, la voz
de la experiencia.
Universidad:
En cuanto a mi experiencia en la
Universidad, no os puedo relatar mucho, es mi primer año y tan solo llevo 3
semanas, pero os voy a decir mis impresiones hasta ahora.
Es jodido.
No, enserio, una ingenería no te
la regalan, no va con la bolsa de pipas que compras en la cafetería.
Mi profesora de química ha dado
TODO el temario de 1ro de Bachiller en 1h y 30 minutos. La física en cualquier ingeniería
es algo sagrado, aunque no vayan los tiros por donde la de Segundo de
Bachillerato ésta te sirve para entender la de primer año de carrera. Las
matemáticas ni te cuento, el primer día nos ha dicho, aquí se exige un nivel
alto de matemáticas, así que ya podéis poneros al día (Doy gracias por que nos
hayan puesto con anterioridad). Llevo tres semanas, pero qué tres semanas.
Tengo horario de tarde, mi carrera es la única de todo el ETSID que tiene horario
de tarde únicamente y estudio al llegar a casa de 22:00 hasta las 00:00 y me
levanto al día siguiente a las 08:00 para seguir estudiando, hasta que acabe y
echarle así un vistazo a lo que vamos a dar ese día. Aún haciendo todo esto, me
resulta muy complicado llevarlo al día, o estudio con retraso, o todavía hay
cosas que no acabo de comprender que me cuestan mucho tiempo y claro, aquí no
paran, aquí te lo explican, si lo entiendes bien si no búscate la vida. ¿El
problema? Que tampoco hay libros en los que guiarte, vas en función de unas
diapositivas y una explicación que en ocasiones se limita a leerte la diapositiva,
a partir de ahí ya es buscarte la vida para entender lo que estás estudiando y
para salir adelante, porque aquí no se preocupan por ti.
Otro tema que provoca que también
sea más difícil es que tienes que sacar tiempo para hacer las tareas, cocinar,
limpiar, recoger… Ya no está la mami para que llegues a casa y tengas la comida
encima de la mesa o para que llegues y te encuentres la cama hecha, no, aquí
todo se lo tiene que trabajar uno. Además, esto también supone un esfuerzo para
vuestros padres, que son los que están llevando el esfuerzo económico, porque
yo, ahorrando al máximo, la primera semana me he gastado 80€ sólo en cosas
estrictamente necesarias (Bata, BonoBici, Tasas, Comida..) y es que una carrera
no es moco de pavo, cuesta un dineral, tanto el grado en si como la vida de
estudiante, y no, no estoy hablando de fiestas, estoy hablando de lo necesario.
Con todo esto, espero no haber
aburrido demasiado, he querido contar muy detalladamente mi experiencia para
que los que vengan detrás de mí no cometan los mismos errores que he cometido
yo. Voy a acabar dando unos consejos: No vale la pena llevarse mal con los
profesores, ellos siempre te quieren ayudar, de hecho, a día de hoy, sigo
pidiendo ayuda a profesores del instituto para algunas asignaturas. No os
creáis que el bachillerato se saca solo, supone un esfuerzo pero merece la
pena, creedme. No sabéis la sensación de gratitud aún que se siente cuando
estás sentado en la silla de la carrera que te gusta y que quieres estudiar. No
os cerréis las puertas que os abran, cogeros con todas vuestras fuerzas porque
hoy en día toda ayuda gratis es buena. Y organizaros bien el tiempo, tenéis
tiempo tanto como para salir de fiesta como para estudiar, mirad mi ejemplo sin
ir más lejos, una vez me he organizado he sido capaz de sacar notas y de
trabajar en el mundo de la noche como DJ, compaginando ambas. Eso sí, siempre
darle prioridad al estudio, no se van a morir los niños de La Plana porque un
sábado les digáis a vuestros amigos “Lo siento pero hoy no puedo salir, me
juego el curso el Lunes.” Y es que no sólo te juegas el curso, si no que te
juegas tu futuro.
Os deseo muchísima suerte, mucha
fuerza de voluntad y para cualquier duda que tengáis sobre selectividad, sobre
lo que sea, podéis decirle a Aureli que os ponga en contacto conmigo, siempre
que pueda os ayudaré.
Y para
acabar darle las gracias a Aureli por este magnífico blog en el que podemos
relatar nuestros errores para que otras personas puedan evitarlos y conseguir
así su meta.
Por
cierto, digan lo que os digan, el día de mañana no vais a tener que analizar la
rima de un plano ni realizar el comentario de texto de una estructura metálica
de un puente o de un circuito, pero sí vais a necesitar escribir correctamente
para poder expresar lo que deseáis y necesitaréis tener una cultura general del
país en el que vivís. No me gustó haberme estudiando la literatura de primero,
pero si que lo agradezco. Agradezco saber quién fue Pío Baroja, saber los piques
que habían entre Góngora y Quevedo, haber leído y disfrutado Luces de Bohemia,
Isabel Allende… Se agradece con el tiempo, nada de lo que aprendéis es inútil.
Dragos, un alumno que fue capaz e ser objetivo y reconocer que lo que estaba haciendo no le llevaba donde quería ir.Por suerte rectificó y ahora va camino de su éxito.
ResponEliminaEn desacuerdo total tu comentario de que las lenguas se te dan mal.Solo hay que ver tu capacidad para expresar con minuciosidad el proceso de evolución que te ha convertido en el chico genial que eres hoy.Por gente como tú vale la pena dedicarse a esta profesión.
¡¡¡¡¡Suerte!!!!
Muchísimas gracias por el comentario Rosana, como no, como siempre a la altura de lo que me esperaba. Por profesores como vosotros muchos de nosotros llegamos a nuestras metas y no abandonamos por el camino, por el empeño y las ganas que le ponéis aunque seamos cabezones en muchas ocasiones y no queramos seguir el camino correcto que nos estáis marcando.
EliminaMuchas gracias por el comentario e igualmente. Quién sabe lo que nos depara el futuro... el tiempo lo dirá.
Respaldo el comentario de Rosana. ¡Quién nos iba a decir que Dragos iba a salirnos tan locuaz! Estoy segura de que a los que nos toca "lidiar" con los alumnos en este largo proceso nos sentimos emocionados sólo con que se acuerden de nosotros. Pero, sobre todo, nos sentimos satisfechos cuando comprobamos cómo consiguen sus metas.
ResponEliminaDragos, quién sabe si algún día no acabaremos pidiendo ayuda a ese futuro ingeniero , ¿o será el DJ? No sé, la noche nos confunde. Suerte y besos para todos desde esta cercana lejanía.
¡Inma! ¡Cuánto tiempo sin saber nada...! Nunca olvidaré cuando nos contaste en clase la lucha que tenía Garcilaso y Góngora, fue una cosa que me marcó, a día de hoy aún sigo recomendando a mis conocidos que se lean los versos que cada uno dedico a su más cercano enemigo ya que son muy divertidos. Aprendí a interesarme por la cultura y con Rosana ya lo conseguí por completo, cuán complejo es este "mundillo". Agradecerte el tiempo para publicar este comentario que con tanta ilusión he leído y desearte lo mejor para el futuro, el esfuerzo tiene su recompensa, queda demostrado conmigo como ejemplo. ¡Un abrazo enorme!
EliminaHola Dragos. L'entrada és simplement memorable. Un manual del que hi ha que fer i el que no contada d'una manera molt divertida. Només posar-li un però. Amb tot el que has escrit tindries per a tres entrades. Pensa que açò és un bloc i millor anar donant-li vida poc a poc. La gent en internet li costa llegir un text molt llarg. Això sí, si no ho fan amb el teu ells s'ho perden.
ResponEliminaQuan vaig llegir el text m'ho vaig passar molt bé, però va ser l'inici d'un període d'incubació que hores més tard em va recordar una cosa tràgica. Encara que jo no ho recordava la partida que havia començat fa 3 anys en una aula del Llombai seguia en joc. Ja m'ho advertíreu en el seu moment. El joc comença, però no acaba. Des de fa 2 dies dos paraules no m'abandonen: THE GAME. Igual tu, ni Marc, ni Ángel, ni Marcos, ni Jaume recordàveu que seguíem en el joc, però aquesta entrada és un nova mostra de que la partida mai es pot aturar.
Postdata: si algú no entén que és això de THE GAME que oblide aquest comentari o corre el perill d'iniciar una partida amb inici, però sense final.
Te contesté el mensaje desde el móvil hace tiempo pero por lo que veo no se ha enviado.. maldita tecnología... Lo cierto es que es bastante extensa, por eso en las siguientes voy a partirlas en varias, así la gente no se cansará de leer, pero como he explicado al principio pueden ir saltándose párrafos hasta llegar a lo que les interese, en plan, blaalalla, alcohol, blalalala, fiesta, blalalalla, bebida... etc.
EliminaUn saludo Aureli y The Game!
Dragos!!!! :,( te has dejado lo mejor de tu etapa en la ESO!!!!! Los pósters del Porta! JAJAJAJAJ
ResponEliminaSHHHHH, ese era mi pequeño gran secreto! HAHAHAHAHAHHAA
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